José Jerí, presidente encargado de Perú, ha declarado el estado de emergencia en Lima Metropolitana y la provincia Constitucional del Callao. Esta medida, que entró en vigor a partir de las 00 horas de este martes, se extenderá por 30 días. La decisión fue tomada tras una reunión del Consejo de Ministros, en respuesta a un aumento alarmante de la criminalidad y la violencia en la capital.

En un breve mensaje a la Nación, Jerí expresó: “Compatriotas, la delincuencia ha crecido de manera desmesurada en los últimos años, causando un enorme dolor en miles de familias y perjudicando el progreso del país. Pero esto se acabó. Hoy empezamos a cambiar la historia en la lucha contra la inseguridad en el Perú.” El presidente enfatizó la necesidad de pasar de la defensiva a la ofensiva en la lucha contra el crimen, prometiendo recuperar la paz y la confianza de los ciudadanos.

El anuncio se produce tras un encuentro con alcaldes y otras autoridades locales, quienes manifestaron su apoyo al Ejecutivo y solicitaron la implementación urgente de estrategias coordinadas para enfrentar el crimen organizado. Entre las medidas discutidas se encuentran el refuerzo del patrullaje policial, intervenciones en puntos críticos y la posibilidad de restringir la circulación nocturna en áreas vulnerables.

Vicente Tiburcio, titular del Ministerio del Interior, había expresado previamente dudas sobre la efectividad del estado de emergencia. Sin embargo, en su intervención ante el Congreso, afirmó que la situación actual requiere acciones inmediatas. “No queremos hacer más de lo mismo de lo que se ha venido haciendo en estos últimos años. Podría darse un toque de queda, ¿por qué no? Si las cosas se empeoran. Eso lo veremos en su momento”, declaró.

Además, Tiburcio anunció la compra inmediata de 44 rochabuses y 56 tanquetas para la Policía Nacional, una adquisición que había estado pendiente durante casi una década. “Hoy, en las manifestaciones que hemos tenido, no tenemos ningún Rochabús operativo, pero ya lo tenemos aquí para poder dar esa respuesta a las protestas”, agregó.

Aunque no se han especificado las medidas concretas que se implementarán, se espera que algunos de los acuerdos alcanzados con los alcaldes de Lima Metropolitana sean adoptados. Entre ellos, se menciona la posibilidad de un toque de queda, el uso obligatorio de chalecos naranjas en vehículos de transporte público y la promoción de la entrega de armas, así como la prohibición de circular con acompañante en motocicleta como medida preventiva.