“Dios, la familia y la patria son la base de todo nuestro compromiso”, declaró el domingo en la noche, en un hotel del centro de La Paz, el presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, como para dejar claro el peso que les otorga a esos valores, por lo general asociados con las ideas de derecha. “La ideología no da de comer”, agregó antes de sentenciar el final de 20 años de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), comandado por el expresidente Evo Morales.
Tras defender en campaña su propuesta de “capitalismo para todos” en oposición al socialismo indigenista de Morales (y del sucesor y acérrimo enemigo de este, el presidente saliente Luis Arce), Paz Pereira se ubicó en el centro-derecha del espectro político. Luce bastante alejado de la izquierda de su tío-abuelo, el expreside