Rosarito, BC.-A un año y cuatro meses de la desaparición de Javier Arias Guzmán, su familia atraviesa un viacrucis marcado por la impotencia y la frustración ante la falta de resultados contundentes por parte de las autoridades.

En una jornada más de búsqueda, realizada en Rosarito la cual estuvo impregnada de desesperanza pero también de tenacidad, sus seres queridos relatan cómo la indolencia y la burocracia han entorpecido la investigación desde el primer día.

Javier acompañaba a un amigo a dejar un carrito de paletas en la colonia 10 de Mayo en Tijuana y desde entonces se desconoce su paradero. Fotos : Carmen Gutiérrez

Su hermana Gloria, narra que Javier trabajaba en una ferretería y el día que desapareció, el 12 de junio de 2024 , acompañaba a un amigo a dejar un carrito de

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