De gobernar en el Elíseo a pasar sus días encerrado en una de las cárceles más importantes del país vecino, así vivirá Nicolas Sarkozy durante los próximos cinco años. Y es que el expresidente se ha convertido en el primer mandatario francés moderno en pasar tiempo tras las rejas. La razón: nada más y nada menos que la presunta financiación irregular de su campaña presidencial de 2007 con fondos libios a cambio de favores diplomáticos.

Sarkozy defiende su inocencia y, aunque fue condenado a cinco años de prisión, tendrá derecho a apelar. Mientras tanto, quien lideró al país galo deberá permanecer en una celda en régimen de aislamiento, en el llamado "ala VIP" del complejo de La Santé, reservado para presos de índole política, exagentes de policía, personas vinculadas a organizaciones extr

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