La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una realidad. Sus aplicaciones en la vida cotidiana, la industria y los servicios ya marcan un antes y un después en la forma en que trabajamos, aprendemos y nos relacionamos. Ante este panorama, resulta imperativo analizar cómo la IA impactará tanto al empleo como a la educación, y sobre todo cuáles son las perspectivas a corto y largo plazo.

A corto plazo ya ha generado una transformación en sectores donde las tareas son rutinarias y repetitivas. Los procesos de análisis de datos, atención al cliente mediante chatbots , control de inventarios ya se realizan con el apoyo de sistemas inteligentes. Esto implica que profesiones basadas en actividades mecánicas o predecibles efectivamente se encuentr

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