El aire que respiramos en casa no siempre es tan limpio como pensamos, aunque mantengamos puertas y ventanas abiertas, dentro de nuestros hogares circulan partículas de polvo, compuestos volátiles que liberan los muebles o la pintura, restos de productos de limpieza y hasta contaminantes que traemos pegados en la ropa o el cabello.
La calidad del aire es algo que influye directamente en nuestra salud, pero rara vez lo ponemos sobre la mesa, de hecho hace unos años, la NASA realizó un estudio que se volvió muy famoso en el mundo de las plantas. Su idea era simple: probar qué especies podían ayudar a limpiar el aire en espacios cerrados, como las estaciones espaciales.
La ciencia empezó a señalar que no solo era cuestión de decorar, más bien de que las plantas pudieran ser aliadas para r