Una combinación de fenómenos naturales y negligencia humana dejó al municipio de El Banco, Magdalena, bajo el agua este miércoles.

Un fuerte aguacero en la madrugada desbordó los límites de la infraestructura local, revelando la fragilidad del sistema de alcantarillado y dejando a sectores urbanos y rurales gravemente afectados.

El centro de la tragedia se ubicó en la zona comercial, donde los comerciantes vieron cómo las calles se convertían en torrentes y el agua arrasaba con la mercancía y el esfuerzo de meses de trabajo.

Las pérdidas materiales son cuantiosas y el sentimiento de impotencia se apoderó de la comunidad.

Lo que transformó la tormenta en una inundación incontrolable fue un acto de delincuencia que se había perpetrado días antes: el robo de una motobomba crucial para la

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