La artista visual Teresa Correa convierte el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza en un espacio de resistencia con Herida de espejo con tijera, una performance inspirada en el cuadro Mujer ante el espejo, de Paul Delvaux, organizada en el marco de la Semana Internacional del Cáncer de Mama.

La artista grancanaria y superviviente de cáncer irrumpió ayer en las salas de la colección permanente para cuestionar el canon estético y ético que domina los museos occidentales con el objetivo de reivindicar la presencia de cuerpos diversos, marcados por la enfermedad y la diferencia, según explicó en una conversación con Efeminista.

En este diálogo «crítico y visceral» con la obra de Delvaux, Correa recordó la importancia de erigir un «frente común» ante los estigmas que acompañan al cáncer de mama

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