Casi cinco siglos después de que el rey Enrique VIII de Inglaterra rompiera con la Iglesia Católica para poder divorciarse y casarse nuevamente (y otra vez y otra vez), otro rey inglés divorciado y vuelto a casar oró con el Papa el jueves en un servicio ecuménico en la Capilla Sixtina.

El servicio se celebró en la misma cámara donde el Papa León XIV fue elegido recientemente cabeza de la Iglesia Católica Romana. Fue la primera vez en siglos que un pontífice y un monarca británico, cabeza nominal de la Iglesia de Inglaterra, oraron juntos en público.

La reunión fue una señal de la notable mejora en las relaciones entre las denominaciones anglicana y católica, así como del afán del rey Carlos III por ser considerado un líder ecuménico. La reina Isabel II, madre del rey, se reunió con vario

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