Desde principios de septiembre, las fuerzas estadounidenses han llevado a cabo ocho ataques contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de al menos 34 muertos. El presidente Trump afirma que los ataques son legales y que las embarcaciones traficaban drogas, pero no ha presentado pruebas que sustenten esta afirmación. Tampoco ha explicado cómo el asesinato deliberado y premeditado de civiles —lo que líderes colombianos y venezolanos y algunos juristas han calificado de "asesinato"— puede conciliarse con el derecho nacional e internacional. Según informes, la Oficina de Asesoría Legal del Departamento de Justicia ha declarado legales los ataques , pero su análisis no se ha divulgado.

Un cuarto de siglo después de los ataques del 11 de septiembre, nos encontramos en una sit

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