Se espera que la tormenta tropical Melissa serpentee por el Caribe a un ritmo lentísimo en los próximos días, aunque se pronostica que se fortalecerá hasta convertirse en huracán, recorriendo tan solo 3 kilómetros por hora. Esto es más lento que la velocidad promedio de una persona caminando.

Los huracanes son ciclones poderosos, pero requieren la influencia de otros sistemas meteorológicos, como un frente frío o una inmersión en una corriente de aire, para determinar su velocidad y rumbo.

Sin embargo, cuando estas influencias son muy débiles o inexistentes, como en el caso de Melissa, un ciclón puede deambular durante días, descargando lluvias torrenciales sobre cualquiera que tenga la mala suerte de estar cerca.

El movimiento lento y los vientos débiles en altura también pueden contri

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