La pandemia provocó involuntariamente uno de los experimentos laborales más grandes de todos los tiempos. Millones de personas en todo el mundo se vieron abocadas a trabajar forzosamente desde su casa, demostrando que el trabajo en remoto era posible. Sin embargo, cinco años después del estallido del coronavirus, el teletrabajo está lejos de ser un derecho generalizado en España.

Las diferencias regionales son muy notables. Mientras que uno de cada tres madrileños trabaja desde su domicilio regularmente, apenas un 5% de los canarios o de los murcianos se acoge a esta medida de flexibilidad laboral. Así lo refleja la última encuesta sobre el uso de las TIC en las empresas que publicó el INE el miércoles.

La autonomía donde más generalizado está el trabajo en remoto es Madrid, donde un 34,

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