La prudencia vuelve a imponerse en los mercados financieros. Después de varios días marcados por la inquietud sobre posibles burbujas de activos, tensiones comerciales y factores políticos —como el cierre de gobierno en EE. UU. o la moción de censura en Francia—, los inversores enfrentan ahora un nuevo foco de riesgo que podría aumentar la volatilidad en el tramo final del año. Las sanciones impuestas por EE. UU. a empresas petroleras rusas han disparado el precio del crudo, reavivando los temores sobre la inflación y complicando los planes de la Reserva Federal para bajar los tipos de interés con mayor contundencia.
En este contexto, el Ibex 35 se mantiene cerca de sus máximos anuales, aunque sin la fortaleza necesaria para superar sus récords históricos. El sector financiero, principal