
Parece una acción sin importancia: llegar a casa o al trabajo, ver un espacio libre y dejar el coche “de frente” , aunque eso signifique estacionarse en sentido contrario . Muchos lo hacen por comodidad o por ahorrarse una vuelta. Pero en Ciudad de México esta costumbre, tan común como peligrosa, tiene consecuencias legales que pocos conocen.
El Reglamento de Tránsito capitalino es claro. En su Artículo 30, fracción XVII , se establece que está prohibido estacionar cualquier vehículo en sentido contrario a la circulación. No es una sugerencia ni un detalle menor: la norma existe para evitar accidentes al momento de ingresar o salir del espacio, pues al hacerlo en dirección opuesta se obstruye la visibilidad y se pone en riesgo a peatones o ciclistas.
La sanción puede parecer menor, pero no lo es. Quienes incumplen esta disposición enfrentan una multa equivalente a 5, 7 o 10 veces la Unidad de Medida y Actualización vigente . Lo que equivale a entre 565 pesos, 791 pesos o 1,131 pesos en 2025. Además, se resta un punto a la licencia de conducir , algo que pocos consideran y que puede acumularse hasta derivar en la suspensión del documento.
Aunque no amerita el uso de grúa , la infracción queda registrada y puede afectar trámites posteriores como la verificación o el refrendo. Es decir, estacionarse en sentido contrario no te llevará al corralón, pero sí puede costarte dinero y problemas administrativos si se repite o si un agente lo detecta.
Lo más curioso es que la mayoría de los conductores en CDMX ni siquiera sabe que existe esta multa . Muchos se sorprenden cuando reciben la notificación o cuando una patrulla se detiene para advertirles. Es una de esas normas que parecen inofensivas hasta que aparece el folio con el sello oficial.
Estacionarse correctamente no solo evita multas, también mejora la seguridad vial . Los vehículos orientados en la misma dirección de la circulación permiten que otros automovilistas tengan mejor campo visual y reducen los riesgos de choque al incorporarse nuevamente a la vía.
Por un tránsito más ordenado en CDMX
Por eso, la próxima vez que encuentres un hueco del lado contrario, piénsalo dos veces. Dar una vuelta más puede parecer molesto, pero resulta más barato que pagar la sanción . Además, es una forma sencilla de respetar las reglas y contribuir a un tránsito más ordenado .
En una ciudad donde cada espacio vale oro y las calles parecen diseñadas para el caos, estacionar bien es un pequeño acto de responsabilidad que evita sanciones y accidentes. A veces, la diferencia entre un día tranquilo y uno con multa depende de algo tan simple como estacionarse del lado correcto.