El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de EE.UU. (ICE, por sus siglas en inglés) ha incorporado a nuevos reclutas sin que hayan superado completamente el proceso de selección en un intento por aumentar las contrataciones en medio de la agresiva campaña antiinmigración de la actual Administración, según un informe de NBC News que cita a un funcionario actual y dos exfuncionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

Según las fuentes, más de 200 nuevos reclutas, mientras estaban en entrenamiento, fueron despedidos tras incumplir requisitos físicos y académicos. De ellos, "poco menos de 10" tenían cargos criminales, no pasaron las pruebas de drogas o presentaban problemas de seguridad.

"Existe una gran preocupación por el hecho de que algunas personas estén pasando desapercibidas", declaró el funcionario actual del DHS, explicando que varios reclutas han admitido que no les han tomado las huellas dactilares ni les han realizado pruebas toxicológicas. "¿Qué pasa con los que no lo admiten?", cuestionó.

Por su parte, el DHS ha rechazado los informes, asegurando que las cifras "no son precisas y reflejan un subconjunto de candidatos en las clases iniciales de la academia básica".

"La gran mayoría de los nuevos oficiales incorporados durante el aumento repentino de contrataciones son agentes del orden con experiencia que ya han completado con éxito una academia de aplicación de la ley. Se espera que esta población represente más del 85 % de las nuevas contrataciones . Las contrataciones con experiencia previa siguen un proceso de validación simplificado, pero siguen sujetas a requisitos médicos, de aptitud física y de antecedentes", explicó al medio Tricia McLaughlin, subsecretaria de Asuntos Públicos del DHS.