Cuando el invierno se instala y las temperaturas caen en picado, la mayoría de los jardines parecen rendirse ante el hielo. Las flores desaparecen, el verde se apaga y la naturaleza parece detenerse. Pero entre la escarcha y los tonos grises, existe una flor que desafía al clima, capaz de mantener su color y vitalidad incluso en los días más fríos del año.

Los expertos en jardinería coinciden en que esta planta es una aliada ideal para quienes desean conservar la belleza natural durante el invierno sin invertir grandes esfuerzos. No necesita cuidados constantes, sobrevive a las heladas y ofrece una floración que ilumina el entorno cuando casi nada florece. Su aspecto delicado esconde una fortaleza poco común en el mundo vegetal .

Su nombre suele pasar desapercibido para muchos aficio

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