Por: Julián Andrade 24/10/2025 08:20:00

La determinación de la magistrada Janine Otálora de dar por concluido su ciclo en el TEPJF es una muestra de coherencia y dignidad. Lo había señalado desde que en el Senado optaron por ampliar el periodo de los cinco magistrados de la Sala Superior, para que se hicieran cargo de la elección judicial.

Otálora pudo, como hicieron sus otros cuatro colegas, quedarse en la Sala Superior, pero eso habría significado el convalidar una situación que ya es anómala en términos políticos e inclusive, constitucionales.

En el fondo, y si se mira con atención, no quiso tener la función de disidente que al final justifica el desastre que ya está en marcha.

El paso de la magistrada por el TEPJF se puede ilustrar por la calidad de su argumentación y de su so

See Full Page