Memorias de un escuálido en decadencia | Canonización

24/10/2025.- ¡Yo, pecador, me confieso! Nos metimos con el santo y con la limosna. No tenemos perdón de Dios. Esa vaina de intentar sabotear la canonización de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, eso no se le hace a nadie. Son nuestros santos y, por lo tanto, tributémosle culto inmortal, pero no, nosotros somos más arrechos que el perro de los Branger y nos presentamos ahí a pedir libertad, clac, clac. No contentos con eso, nuestro presidente Edmundo —Olvidado— González dijo que envió una delegación a representar a su gobierno en el Vaticano —¡qué bolas!— y pidieron sillas numeradas, y el canciller de nuestro gobierno intentó quedarse por ahí hecho el pendejo y ni siquiera le dieron una silla. ¡Es que no aprendemos! Confundimos

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