Kim Kardashian at Hulu’s “All’s Fair” Disney+ premiere in Paris on Oct. 21, 2025.

Kim Kardashian se sinceró esta semana sobre uno de los momentos más aterradores de su vida: un aneurisma cerebral detectado durante una resonancia magnética.

“Fue un pequeño aneurisma”, dijo frente a las cámaras, mientras explicaba que la tensión emocional y las responsabilidades de proteger a sus cuatro hijos la habían llevado a niveles de ansiedad “nunca antes experimentados”, expresó.

La escena, que se volvió viral, abrió una conversación más amplia sobre cómo el estrés crónico puede afectar la salud cerebral —y sobre todo, cómo las mujeres, madres y trabajadoras enfrentan en silencio esos riesgos invisibles.

La empresaria, de 45 años, reveló el diagnóstico en el estreno de la séptima temporada de su reality en Hulu, “The Kardashians”, y lo atribuyó al estrés extremo que vivió durante y después de su divorcio del rapero Kanye West.

Pero esta advertencia trasciende el mundo del entretenimiento. Los neurólogos advierten que los aneurismas cerebrales no distinguen fama, riqueza ni edad: pueden desarrollarse en cualquier persona. En la comunidad latina de Estados Unidos, este “enemigo silencioso” representa una amenaza creciente, agravada por la falta de diagnósticos tempranos, el control deficiente de la presión arterial y el acceso desigual a la atención médica especializada.

¿Qué es un aneurisma cerebral y por qué el estrés puede ser un detonante?

Un aneurisma cerebral es una zona débil en la pared de una arteria del cerebro que se abomba formando una pequeña bolsa llena de sangre. En la mayoría de los casos pasa inadvertido, sin causar síntomas, hasta que se rompe y provoca una hemorragia subaracnoidea, una de las emergencias neurológicas más graves.

Aunque el estrés no causa aneurismas directamente, puede agravar factores de riesgo como la hipertensión, el tabaquismo y la inflamación crónica del sistema cardiovascular. Según la Brain Aneurysm Foundation, aproximadamente una de cada 50 personas en Estados Unidos tiene un aneurisma no diagnosticado, y se ha demostrado que el estrés emocional severo puede elevar la presión arterial a niveles peligrosos.

En la comunidad latina, donde más del 30 % de los adultos padece presión alta y muchos no lo saben o no reciben tratamiento adecuado, el impacto es doble.

Factores como el trabajo intenso, el miedo a los costos médicos o la falta de acceso a chequeos preventivos hacen que la detección llegue tarde, y que el aneurisma se descubra solo cuando ya ha causado daño.

¿Qué tan común es el aneurisma cerebral en la población latina?

Los datos más recientes indican que aproximadamente 1 de cada 50 personas en EE.UU. convive con un aneurisma cerebral no roto —es decir, alrededor de 6,7 millones de personas, de acuerdo con el estudio realizado por Aaron Cohen-Gadol, MD. Además, la tasa anual de ruptura (hemorragia subaracnoidea) está estimada en 8 a 10 casos por cada 100.000 personas en la población general de EE.UU.

Aunque los estudios específicamente en población latina son limitados, se ha comprobado que los pacientes hispanos tienen mayor riesgo de ruptura de aneurisma en comparación con blancos no hispanos. Por ejemplo: una investigación mostró que mujeres de origen hispano tenían una razón de probabilidades significativamente más alta para detección de aneurismas no rotos que hombres blancos.

Dado este panorama, es fundamental que la comunidad hispana en EE.UU. reconozca que el riesgo existe, pida a su médico que revise los factores cardiovasculares (hipertensión, tabaquismo) y evalúe posibles factores de riesgo de monitoreo si se presenta historial familiar.

¿Cuáles son los factores de riesgo para latinos y por qué aumentan las disparidades?

Entre los factores de riesgo más reconocidos para formación y ruptura de aneurismas están la hipertensión arterial no controlada y el tabaquismo, además de edad, género femenino y ciertos antecedentes genéticos.

En la comunidad latina, estos factores se presentan con particular relevancia:

  • La hipertensión tiene prevalencia elevada entre adultos latinos y con frecuencia control deficiente.
  • El tabaquismo, aunque ha disminuido en ciertos subgrupos, persiste como riesgo vascular.
  • Estudios han mostrado que personas latinas que son mujeres y que además tienen hipertensión o fuman presentan odds ratio de alrededor de 2,13 para detección de aneurisma no roto frente a hombres blancos sin esos factores.

Las disparidades en atención médica agravan el riesgo: pacientes latinos tienen mayor probabilidad de presentar aneurisma roto que no roto, lo que sugiere menor acceso a detección temprana o tratamiento profiláctico.

Soluciones concretas para la comunidad hispana:

  • Hacer chequeos regulares de presión arterial, y si hay hipertensión, exigir un plan de control riguroso (medicación, dieta, ejercicio).
  • Dejar de fumar y buscar programas comunitarios en español para la cesación.
  • Animar a familiares directos que han tenido aneurisma a comentar con su médico la posibilidad de estudios preventivos.
  • Buscar servicios de salud bilingües, preguntar por intérpretes médicos cuando se ingresa a urgencias, ya que el idioma puede demorar la atención.

¿Cómo se diagnostica, trata y dónde existen brechas para los latinos?

El diagnóstico temprano es difícil porque muchos aneurismas no dan síntomas hasta que se rompen. Se estima que entre el 50 % y 80 % de los aneurismas no rotos nunca se detectan en vida.

Cuando ocurre la ruptura, aparece un “dolor de cabeza explosivo”, la llamada hemorragia subaracnoidea —una emergencia médica. Los tratamientos principales son:

  • Clipado quirúrgico (cirugía abierta)
  • Embolización endovascular (colocación de ‘coils’)

La investigación sugiere que los pacientes latinos tienen menos probabilidad de recibir intervención electiva temprana y más probabilidad de acudir al hospital con ruptura —lo que implica peor pronóstico.

Pasos para mejorar el acceso en la comunidad hispana:

  • Los centros de salud comunitarios deben ofrecer educación en español sobre síntomas y urgencia: “Si aparece el peor dolor de cabeza de tu vida, acude al hospital”.
  • Asociaciones médicas y clínicas deben promover campañas específicas de detección en latinos con factores de riesgo elevados.
  • Los pacientes latinos deben asegurarse de tener cobertura médica o conocer opciones estatales/medicaid y preguntar si su hospital tiene programas de interpretación.
  • Las familias deben saber que tras el alta hospitalaria comienza la rehabilitación: servicios en español de fisioterapia, terapia del habla, grupos de apoyo.

El aneurisma cerebral es un desafío real para la comunidad latina en EE.UU., tanto por el riesgo elevado como por las barreras que dificultan su prevención, detección y tratamiento igualitario. Pero la historia no está escrita: con educación comunitaria, chequeos regulares de salud, buena cobertura médica y campañas de concientización culturalmente adaptadas se pueden marcar diferencias.

This article originally appeared on USA TODAY: Kim Kardashian revela que sufrió un aneurisma, por qué es una alerta crucial para las mujeres latinas

Reporting by Boris Q'va, USA TODAY / USA TODAY

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