Durante estas tardes de otoño, cuando la bajada de temperaturas invita a quedarse en casa y el aroma de la lluvia se mezcla con el de las hojas secas, puedes aprovechar el momento para dedicar tiempo a la cocina y preparar recetas caseras que te transporten desde el primer bocado a los sabores entrañables de tu infancia. Entre todos los dulces posibles, uno de los platos estrella que conquista cualquier paladar es, sin duda, la tarta de la abuela con bizcochos de soletilla y chocolate.

La fusión de esta receta surge de la tradicional tarta de la abuela, uno de los postres estrella en reuniones familiares y, sobre todo, en muchas fiestas de cumpleaños. Este postre, tan versátil como entrañable, está cargado de nostalgia y evoca los buenos recuerdos. Su origen se remonta a Italia y, aunque los ingredientes pueden variar según la región, la base se mantiene fiel, los protagonistas son la galleta, el chocolate y las natillas.

Por otro lado, el bizcocho de soletilla, tan característico, recibe su nombre en España por su forma alargada que recuerda a la suela de un zapato, de ahí el término 'soleta' o 'soletilla'. Además, se distingue por su textura esponjosa, ligera y a veces seca, lo que lo convierte en la base perfecta para absorber las capas de crema y cacao para formar este delicioso postre.

Esta versión fusiona lo mejor de ambos mundos, sustituyendo las clásicas galletas de la tarta de la abuela por bizcochos de soletilla humedecidos en leche, lo que le aporta una suavidad extra.

El chocolate es el ingrediente principal, que aporta sabor y cuerpo a este delicioso postre. Además, es fuente de magnesio, fósforo, hierro, potasio y catequinas, que es un tipo de antioxidante, según la Federación Española de Nutrición (FEN). No obstante, debido a que contiene grasas y azúcares naturales que le aportan un alto valor energético, su consumo debe realizarse con moderación y de manera ocasional. Teniendo esto en cuenta podremos disfrutar de su placentero e intenso sabor, aprovechando sus beneficios sin caer en excesos.

Asimismo, elaborar esta receta en casa no solo permite controlar la calidad de los ingredientes, sino también disfrutar del proceso, los aromas que desprende el chocolate derretido o de montar con cariño las capas de nuestro postre.

La receta

Tarta de la abuela con bizcocho de soletilla y chocolate

Para hacer esta deliciosa receta que combina chocolate, crema pastelera, y bizcocho de soletilla, necesitaremos los siguientes ingredientes para cuatro comensales:

  • 500 mililitros de leche
  • 2 tazas de azúcar, alrededor de 120 gramos
  • 4 yemas de huevo
  • 15 mililitros de esencia de vainilla
  • Un tercio de harina fina de maíz, alrededor de 40 gramos

Para elaborar la crema necesitaremos:

  • Una taza de chocolate
  • Una taza de leche

Materiales que necesitaremos:

  • Una fuente rectangular o cuadrada apta para el horno
  • Papel transparente y papel vegetal
  • Una varillas de cocina (opcional)

Cuando tengamos todos los ingredientes a nuestra disposición, podemos ponernos manos a la obra. En primer lugar, tomamos un cazo y vertemos la leche. A continuación, añadimos media taza de azúcar, alrededor de 60 gramos, y removemos a fuego bajo. Luego incorporamos el extracto de vainilla, dejamos que se infusione lentamente para que la leche adquiera todo su sabor y el aroma.

Por otro lado, colocamos las yemas de huevo en un bol y agregamos el resto de azúcar. Mezclamos bien con un tenedor o unas varillas hasta obtener una textura cremosa y homogénea. Una vez conseguida, añadimos poco a poco la harina de maíz, mezclando con suavidad para evitar que se formen grumos.

Seguidamente, incorporamos la leche aromatizada con la ayuda de un colador, para eliminar cualquier impureza, y removemos hasta integrar todos los ingredientes y que se impregnen bien los sabores. A continuación, vertemos de nuevo la mezcla en el cazo y lo calentamos a fuego medio sin dejar de remover, ya que puede pegarse fácilmente en el fondo del cazo. En unos diez minutos obtendremos una crema espesa y brillante.

Una vez lista, la traspasamos a un bol limpio y la cubrimos con papel transparente para evitar que se forme costra. La dejamos reposar a temperatura ambiente hasta que se temple. Mientras tanto, preparamos el molde, escogemos un recipiente rectangular o cuadrado apto para horno y lo forramos de papel vegetal. En un bol aparte vertemos la leche y vamos mojando uno por uno los bizchocos de soletilla. Cuando estén bien empapados, los colocamos en el fondo del molde, procurando que todos encanjen a la perfección, si es necesario podemos cortarlos por la mitad.

Después, extendemos una capa generosa de la crema pasteletera por encima de los bizcochos hasta cubrirlos y colocamos por encima otra capa de bizcochos mojados. Repetimos el proceso alternando capas hasta agotar los ingredientes, asegurándonos de que la última capa sea de bizcocho.

A continuación dejamos reposar la tarta en la nevera alrededor de dos horas, para que adquiera consistencia. Antes de servir, calentamos la nata en un cazo y cuando empiece a hervir, lo vertemos en el chocolate dejándolo reposar por unos minutos. Seguidamente, batimos los ingredientes hasta conseguir una crema lisa y homogénea. Finalmente, cubrimos toda la superficie de nuestro postre con esta mezcla.

Para darle un toque especial, puedes decorarla a tu gusto, con nata montada, virutas de chocolate o frutas de temporada como uvas, manzanas o peras. El resulto será un postre casero irresistible.