Diversos estudios científicos recientes confirmaron que la longevidad no depende únicamente de la genética , sino que está profundamente influenciada por conductas diarias que moldean la salud física y mental a largo plazo.
Acciones simples como tomar té, dormir lo necesario o cultivar vínculos estrechos pueden marcar la diferencia entre una vida breve y una existencia prolongada y funcional.
Especialistas de universidades como Edimburgo , Harvard , Oxford y el University College London coincidieron en que ciertos comportamientos frecuentes aportan protección frente a enfermedades crónicas, deterioro cognitivo y mortalidad prematura.
La personalidad resulta igualmente relevante. Una investigación de la Universidad de Edimburgo publicada en la Revista de Investigaci

Infobae

El País Sociedad America
AlterNet
SOFREP
Bored Panda
Cover Media
The Daily Beast
The Conversation
The Shaw Local News Sports
The Columbian Sports