La tormenta tropical Melissa se está intensificando rápidamente en el Caribe y se espera que se convierta en un huracán este sábado. Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), los vientos sostenidos de Melissa alcanzaron los 96 km/h hasta las 12:30 p.m. hora de Miami, un aumento significativo desde la última actualización. La tormenta ha estado activa desde el martes y se ha desplazado por aguas cálidas del Caribe, lo que ha permitido su fortalecimiento.

Se pronostica que Melissa alcanzará la categoría de huracán, con vientos de al menos 120 km/h, el sábado y podría intensificarse hasta convertirse en un huracán de categoría 4, con vientos de 233 km/h, para el lunes. Jamaica y el sur de Haití están bajo advertencias de tormenta tropical y alertas de huracán. Actualmente, Melissa se encuentra a unos 350 km al sureste de Kingston, Jamaica, y se mueve lentamente a 3 km/h.

Las autoridades advierten sobre la posibilidad de lluvias extremas y vientos destructivos que podrían causar inundaciones y deslizamientos de tierra. Se estima que algunas áreas de Jamaica y el sur de Haití podrían recibir hasta 89 centímetros de lluvia, lo que podría resultar en inundaciones catastróficas. En Haití, se han reportado al menos tres muertes relacionadas con la tormenta, y se han registrado daños en casi 200 hogares en República Dominicana.

El NHC ha emitido alertas sobre la situación, indicando que las intensas precipitaciones podrían causar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en el suroeste de Haití. Las autoridades de Jamaica han activado más de 650 refugios y están preparando miles de paquetes de alimentos para su distribución. El primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, instó a la población a tomar en serio la amenaza de la tormenta y a prepararse adecuadamente.

Los aeropuertos en Jamaica permanecerán abiertos por ahora, pero se cerrarán en las próximas 24 horas si se emite una alerta de huracán. Se espera que Melissa también afecte a Cuba y a las Bahamas en los próximos días, aunque un impacto directo en el continente estadounidense parece poco probable. Sin embargo, se advierte sobre fuertes olas y corrientes de resaca en la costa este de Estados Unidos.

La situación es crítica, ya que el movimiento lento de la tormenta puede provocar acumulaciones de lluvia en las mismas áreas durante días, aumentando el riesgo de inundaciones. Las autoridades están en alerta máxima y han instado a la población a seguir las recomendaciones de seguridad y evacuación. La temporada de huracanes del Atlántico, que va del 1 de junio al 30 de noviembre, ha sido más activa de lo habitual, y Melissa es la 13ra tormenta nombrada de esta temporada.