Durante años, el acoso laboral se asoció con gritos, abusos de poder o humillaciones provenientes de un jefe. Sin embargo, la realidad cotidiana en muchas oficinas ha demostrado que las agresiones también pueden venir de quienes comparten el mismo nivel jerárquico y por eso, la reforma laboral de 2025 amplió el alcance de la Ley 1010 de 2006, reconociendo formalmente que el acoso entre compañeros de trabajo también constituye una falta grave que puede ser sancionada.

Esta actualización legal busca erradicar situaciones que antes se disfrazaban de “chistes” o “bromas del ambiente laboral”, pero que terminaban afectando la autoestima y la tranquilidad de los empleados, ya que acciones como burlas, exclusiones, imitaciones ofensivas o la omisión deliberada de alguien en grupos de trabajo o

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