Se acerca la fecha en la que miles de zaragozanos se acercan hasta el cementerio de Torrero para honrar a sus muertos. Al entrar por el acceso principal todo el mundo pasa frente a un monumento presidido por una gran cruz de piedra que no siempre estuvo ahí y que no siempre fue solo un símbolo religioso, si es que ahora puede decirse que se haya desprendido de su pasado. ¿Qué pasado? El fascista, pues esta cruz se levantó entre los años 40 y 50 en la plaza del Pilar para honrar a los caídos por lo de siempre, esto es, por Dios y por España. Fue trasladado al complejo funerario en los años 90 cuando se remodeló la plaza.

Este monumento cobra ahora relevancia de nuevo no solo porque el día de Todos los Santos vaya a hacer que miles de personas pasen ante él -la mayoría seguramente sin

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