Según el comunicado, el ataque a la refinería de Riazán provocó un incendio de gran magnitud en las instalaciones, que tienen capacidad para suministrar hasta 17 millones de toneladas anuales de combustible al Ejército ruso.

“Se observaron explosiones en la zona objetivo, seguidas de un incendio a gran escala”, señaló el Estado Mayor ucraniano.

La refinería, propiedad de la petrolera Rosneft, ha sido un objetivo recurrente desde principios de 2025, en el marco de la intensificación de los ataques ucranianos contra infraestructuras energéticas críticas rusas. En 2024, la planta procesó 13,1 millones de toneladas métricas, cerca del 5% de la capacidad total de refinación de Rusia, y produce gasolina, diésel, fueloil y combustible para aviones, por lo que su interrupción podría afectar tant

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