Todos los actores principales del aumento de las próximas inversiones en Defensa mienten, si es que por mentira entendemos decir solo las medio verdades que más favorecen sus intereses particulares. Ya desde los tiempos de la Guerra Fría, la defensa de Europa –de sus libertades y prosperidad– ha venido recayendo desproporcionadamente en manos americanas. La situación estratégica actual está marcada por la confluencia de tres factores: el cansancio de amplios sectores del pueblo norteamericano por contribuir con tropas y Tesoro a la mencionada protección de Europa, la creciente amenaza rusa de un revivido imperialismo y la mala conciencia europea de haber vivido prácticamente gratis bajo la sombrilla americana. El populista presidente Trump encabeza con amenazas y malos modos la reivindicac

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