María Cadenas, Mery, con su insultante juventud de luchadora juvenil, con la timidez de quien debuta en categoría senior frente aquellas a las que admira, con la incredulidad de haber ganado a la casi imbatible Priscila sonríe como intentando digerir lo que acaba de hacer, proclamarse campeona provincial. Abrazada a su prima Isabel La Niña Justel —que ya tiene tres títulos— casi es la lesionada luchadora la que responde, la que anima a María a soltarse. - ¿Esperabas ganar a Priscila? - Uff. La gané una vez por el verano, pero no es fácil. - ¿Lo soñaste? - Soñarlo sí, pero no me lo acababa de creer. - ¿Cómo lo hiciste? - Eso ya no lo sé, no me lo preguntes. Quien todavía se lo está preguntando es Priscila, la gran favorita, que reconoce que no se le da nada bien María e, incluso, que la hiz

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