Cuando se habla de los grandes amores de Diane Keaton , tres nombres suelen encabezar la lista: Woody Allen , Warren Beatty y Al Pacino . Cada uno marcó una etapa distinta en la vida de la actriz, ícono del cine y de la autenticidad.

Sin embargo, tras su fallecimiento el 11 de octubre, a los 79 años, emergió una historia que resume su esencia con la misma intensidad que cualquiera de esos vínculos: su último y más duradero amor que fue su casa .

Mirá También

Sorpresa en el testamento de Diane Keaton: quién es el tercer heredero que dividirá su fortuna junto con sus hijos

Ubicada en Sullivan Canyon , al oeste de Los Ángeles —entre los barrios de Brentwood y Pacific Palisades—, esta residencia se convirtió en su refugio definitivo. Keaton la compró en 2011 , cuando tenía 65

See Full Page