Estamos transitando la última etapa del año y, muchas veces, los compromisos y la vorágine diaria, intervienen a la hora de adoptar hábitos de alimentación saludable. Además, la ansiedad por culminar los proyectos, el estrés por cumplir con todo, e -incluso- la alegría, pueden activar el sentido de “hambre visual”.

En primer lugar, resulta fundamental diferenciar el “hambre real” del “comer emocional” y lograr llevar a cabo una alimentación consciente. “Es importante dedicarle atención al acto de comer: transformar ese momento en una experiencia agradable, desde que se selecciona el alimento, pasando por su preparación hasta la ingesta”, señala Bárbara D’Angelis, licenciada en nutrición y profesora universitaria.

Paralelamente, es aconsejable elaborar un plan de alimentación para preserv

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