Octubre es un mes de cambio, no sólo por las temperaturas otoñales que dejan un panorama en el que las lluvias o el frío se apoderan de los días, sino también por la llegada del cambio de hora. Esta madrugada los relojes se atrasaron una hora, por lo que cuando las agujas marcaron las tres volvieron a ser las dos. De esta manera, la primera noche con el horario de invierno los españoles dormimos una hora más.

Los días en invierno y otoño son más cortos, porque hay menos horas de sol, por lo que este ajuste supone que amanece antes, aprovechando más la luz natural en las horas de más actividad. En contraposición, anochece antes por lo que la exposición es menor en las tardes.

Inicio. El cambio de hora lleva aplicándose en España desde hace más de un siglo. Se realizó varios años desde 19

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