Existen varias tradiciones de terror que son comunes a todo el mundo. Una de ellas es la del juego infantil de Bloody Mary, también conocido en España como Verónica.
El funcionamiento es simple. Se trata de plantarse frente a un espejo, de noche y a oscuras (algunas versiones requieren que el espejo sea de cuerpo entero) y con una vela.
El jugador debe pronunciar el nombre de Verónica o Bloody Mary un número determinado de veces (tres, según algunas tradiciones, o hasta 47, según otras), y es entonces cuando se aparece un fantasma femenino, la Muerte o un espíritu. Lo que ocurre después varía según la historia.
Pero esta tradición, que se remonta a principios del siglo XX, tiene una base científica. Es lo que demostró en 2010 el doctor Giovanni Caputo, profesor adjunto de psicología en

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