Con el paso de los años, el cuerpo humano experimenta transformaciones que se reflejan en diferentes aspectos, incluido el olor corporal . La ciencia ha identificado este fenómeno, conocido popularmente como “olor a viejo”, como una consecuencia biológica y no solo perceptiva.
Según un estudio publicado en la revista Plos One bajo el título El olor de la edad: percepción y discriminación de los olores corporales de diferentes edades, este aroma característico está relacionado con la producción de una sustancia llamada 2 - nonenal , que aparece cuando los ácidos grasos insaturados omega-7 presentes en la piel se degradan. El compuesto genera un olor con matices de humedad, hierba o grasa, y se intensifica normalmente a p artir de los 40 años.
Factores como los cambios hormonales, el estrés, una alimentación inadecuada, la falta de higiene, determinados fármacos o la modificación del sudor pueden acelerar la aparición de este olor.
Cómo combatir el “olor a viejo”
- Los expertos recomiendan el uso de jabones específicos que ayudan a neutralizar el 2-nonenal y mantener la piel en buen estado:
- Jabones con extracto de caqui: sus propiedades antioxidantes ayudan a eliminar el olor corporal derivado de la oxidación cutánea.
- Jabones antisépticos: eliminan bacterias y hongos que contribuyen al mal olor, especialmente si se complementan con cremas antibacterianas.
- Jabones hidratantes con aloe vera: favorecen la regeneración e hidratación de la piel y reducen la proliferación de microorganismos.
- Jabón de acero inoxidable: aunque se utiliza para eliminar olores como el del ajo o el pescado, también ayuda a neutralizar los olores persistentes de la piel.
- Recomendaciones complementarias
- Existen hábitos y remedios naturales que pueden reforzar la higiene y reducir el olor corporal:
- Usar bicarbonato de sodio como desodorante natural mezclado con agua o talco.
- Aplicar vinagre de manzana en zonas propensas a la humedad o los hongos, como los pies.
- Utilizar gel o cremas con aloe vera para mantener la piel hidratada.
- Mantener una buena ventilación del hogar y realizar limpiezas profundas en alfombras o cortinas.
- Incorporar aceites esenciales de lavanda o eucalipto para aportar frescura ambiental.
- Seguir una alimentación equilibrada, hacer ejercicio regular, evitar el tabaco y el alcohol, y reducir el estrés, factores que contribuyen a un olor corporal más saludable.

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