Liam Lawson estuvo a punto de pasar a la historia por un episodio muy negro en el Gran Premio de México que por suerte se logró evitar. El piloto de Racing Bulls cayó hasta la última posición por un leve choque en la salida que rompió el pontón derecho de su coche, algo que finalmente le obligó a abandonar la carrera. Pero antes, el neozelandés pudo atropellar a dos de los comisarios que se encontraban limpiando los restos de su monoplaza vertidos sobre el circuito.

Las imágenes son escalofriantes porque Lawson no arrolló sobre todo al segundo de los operarios por cuestión de milésimas de segundo. Si éstos no llegan a correr, el riesgo era mucho mayor. «No entiendo cómo pueden dejar que los comisarios crucen una pista que sigue activa», expresó el piloto de Racing Bulls, que se l

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