EL INTERÉS por la recolección de setas abarca desde la afición por la micología y el contacto con la naturaleza hasta su valor gastronómico y turístico. Cuatro patas que la provincia de Huesca ofrece a los aficionados a recogerlas en entornos que en otoño resultan bucólicos, y a degustarlas, sabiendo que en las reuniones alrededor de la mesa son todo un manjar.

Este año la temporada de setas ha comenzado con la ausencia de ejemplares en el Alto Aragón, exceptuando la zona oriental del Pirineo en la Alta Ribagorza, por la falta de lluvia. Eso no impide que muchos se resistan a disfrutar de esta afición , lo que está permitiendo que las tradicionales jornadas micológicas se puedan seguir celebrando, aunque las exposiciones no reúnan tantas variedades.

Eso es lo que ocurrió este pasado

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