“Seguridad Vial, lamentablemente, brilla por su ausencia. No aparecen cuando los semáforos se apagan ni cuando los choques bloquean avenidas importantes o en pleno BRT”

Cada día que pasa es más difícil conducir en Ciudad Juárez, donde ya no se maneja, se sobrevive. Las calles dejaron de ser vías de tránsito para convertirse en arenas de combate donde los autos son armaduras, los claxonazos son insultos y el respeto vial se va convirtiendo en un mito fronterizo más, como el del empleo excesivo o los baches arreglados.

Aquí sobran los bules y los alucines: dos especies urbanas distintas, pero hijas del mismo caos.

El bule es el abusón del asfalto. El que no respeta la fila, se te mete de lado, se come el alto y todavía te mira feo, como si el culpable fueras tú por no quitarte a tiempo. E

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