Un lacónico cartelito en la Universidad de Granada –“No se atiende a padres”– ha reavivado el debate sobre protección vitalicia e irracional de polluelos. El texto es claro como para tener que añadir esta perogrullada: “Todo el alumnado matriculado en prácticas es mayor de edad”. Pero habrá quien desconozca que nadie es representante legal de otro salvo apoderamiento expreso y que desvelar datos personales a terceros podría ser delictivo.

Sinceramente, no sé qué provoca más vergüenza ajena; si que un padre desprecie la madurez de sus vástagos acudiendo como el 7º de Caballería a salvarle de los indios o que un alumno en prácticas, –alguien que ya está, pues se trata de Ciencias de la Educación, participando como docente en un colegio–, admita que necesita a sus progenitores para que le sa

See Full Page