En el contexto de la reciente campaña por el Día Mundial del Cáncer de Mama , cuando hospitales, asociaciones y administraciones públicas redoblan esfuerzos para fomentar la detección precoz y por contar en nuestro país con nuevos fármacos contra la enfermedad y que ha frenado en distintas ocasiones la ministra de Sanidad, Mónica García , una frase del Secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla , ha desatado una tormenta política y social: «Si tenemos que decantarnos por alguna autoexploración, los efectos saludables de la masturbación, son mayores que autotocarse las mamas».

En un texto rescatado de su blog que se llamaba Médico crítico (Activistas de retaguardia. Para abrir los ojos ante la compleja) el número dos del ministerio de Mónica García escribió frases como esta: «Si te tocas las tetas, que sea sólo por gusto». Pero lo más injusto para miles de mujeres es que añade que «es mejor masturbarse que autoexplorarse» en alusión directa al cáncer de mama. 

La afirmación, lejos de ser irónica sobre la autoexploración mamaria, ha sido calificada de « irresponsable y ofensiva» por asociaciones de pacientes y profesionales sanitarios. Además, en otras ocasiones ya se había mostrado abiertamente crítico con los cribados de cáncer de mama y con la utilidad de la autoexploración, llegando a sostener que «es mejor la masturbación que vender » esa práctica como método de detección.

La incoherencia dentro del Ministerio

El comentario resulta todavía más grave por su contexto. Apenas hace varios días, la ministra Mónica García hacía un llamamiento institucional para reforzar la prevención y la educación sanitaria . En ese clima de sensibilización, su número dos reaviva un texto que ridiculiza el gesto que millones de mujeres practican como símbolo de prevención y esperanza. El contraste entre el discurso público de la ministra y el tono frívolo de Padilla evidencia una falta de coordinación —y de respeto— dentro del propio Ministerio.

El silencio posterior a esos comentarios ha imperado. No ha habido nunca disculpa, ni rectificación desde 2012 que su blog argumentaba tanta falta de conocimiento médico. Padilla se escudó en argumentos «científicos», pero el humor de mal gusto y la connotación sexual de sus palabras eclipsan cualquier debate técnico. Así, no es la primera vez que Padilla mezcla divulgación científica con un tono provocador. «Muy pocos estudios intentan ver si esto sirve para algo (para que la gente viva más y mejor, vaya)».

La prevención no es una broma

El cáncer de mama afecta a más de 34.000 mujeres cada año en España. Aunque la autoexploración no sustituye la mamografía, su valor sigue siendo fundamental: enseña a las mujeres a conocer su cuerpo, detectar anomalías y acudir al médico a tiempo. Por eso, banalizarla desde un cargo de responsabilidad es algo más que una torpeza: es una falta de sensibilidad con miles de pacientes que viven su revisión mensual como un acto de valentía.

«La autoexploración mamaria no es útil para disminuir la tasa de mortalidad global ni la tasa de mortalidad por cáncer de mama. De 388.535 mujeres estudiadas, 3.406 fueron sometidas a una biopsia en el grupo de mujeres que se autoexploraban mientras que sólo 1.856 mujeres sufrieron una biopsia en el grupo de mujeres que no se autoexploraban», asegura en el blog, Javier Padilla.

Nadie va a dimitir de nuevo en Sumar

El problema trasciende lo anecdótico. Que el segundo cargo más alto del Ministerio de Sanidad se permita bromear sobre un asunto tan sensible cunado, no se dejan las campañas de concienciación resulta inaceptable. Y que no haya presentado su dimisión tras el malestar generado, multiplica la sensación de impunidad política.

Las mujeres que se palpan el pecho no lo hacen por gusto , lo hacen por sobrevivir, porque puede haber una enfermedad. Y cuando un responsable público se burla de ese gesto , no sólo insulta a las pacientes: traiciona la confianza en las instituciones sanitarias. Javier Padilla llegó a decir que «las mujeres que elijan realizarse la autoexploración mamaria deberían estar informadas de que su eficacia no está demostrada».