A sus 70 años, Fidel Hernández no solo sostiene las paredes de su casa, sino la esperanza entera de la privada Cuauhtémoc, en la localidad Rancho Viejo, municipio de San Andrés Tlalnelhuayocan , Veracruz .

Sus ojos, testigos de más de cuatro décadas en ese mismo suelo, miran con una mezcla de dolor y terquedad el abismo abierto a sus pies: un socavón que, desde 2021, tras el paso del huracán “ Grace ”, amenaza con devorar su hogar.

La casa de Fidel, cobijo de siete personas (cuatro adultos y tres niños, todos sus familiares), es la más vulnerable. Día tras día, el miedo se sienta a su mesa, intensificado con cada lluvia que cae.

“No podemos hacer nada nosotros", lamenta, pero el miedo no lo ha paralizado. Con la dignidad de un patriarca, Fidel se ha convertido en el muro de cont

See Full Page