En San Luis Potosí, donde los ecos del sonidero suelen estar ligados a voces masculinas, emerge la figura de Araceli Villegas, mejor conocida como “Pequesita del Sabor”, una mujer que ha logrado consolidarse en un ámbito dominado históricamente por hombres. Con 48 años, madre, abuela, albañil y sonidera, su historia revela cómo la música también refleja las barreras de género que enfrentan las mujeres al incursionar en espacios donde se les cuestiona su capacidad y su presencia.

“Cuando empecé, muchos me decían que debía quedarme en mi casa, que lavando trastes estaba mejor. Yo sabía que también podía hacerlo y con el tiempo entendieron que sí era verdad: una mujer también puede estar detrás de la cabina”, relata.

El inicio detrás de la consola

Su historia comienza en la infancia, rodea

See Full Page