Un párvulo de 13 primaveras en Nueva Zelanda fue hospitalizado posteriormente de tragar docenas de imanes de suscripción potencia y finalmente perdió parte de su intestino, según un crónica de caso flamante publicado en el New Zealand Medical Journal.

El párvulo, cuya identidad no fue revelada, comió entre 80 y 100 imanes de neodimio, cada uno de cinco milímetros por dos milímetros de tamaño, según el crónica.

Los imanes de suscripción potencia, que a menudo se venden como juguetes de escritorio para adultos, son pequeños pero peligrosos si se ingieren. Su cachas afecto magnética puede hacer que partes del tracto digestivo se peguen, lo que provoca complicaciones graves como necrosis por presión, hoyo o infecciones potencialmente mortales, según el crónica. A menudo se requiere cirugía,

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