Se supone que la tecnología facilita la vida. Sin embargo, cuando llega la temporada de resultados, el inversor medio suele recurrir a interminables informes, gráficos y presentaciones imposibles de seguir a tiempo. Las grandes gestoras tienen equipos enteros para analizar cada cifra, pero la mayoría de los inversores apenas dispone de unas horas al día. Ahí es donde entra la inteligencia artificial. La IA puede ayudar a mantener el pulso del mercado incluso siguiendo decenas de compañías a la vez.

En la práctica, eso significa que alguien que invierte en Telefónica debería prestar atención a los números de Ericsson o Vodafone, igual que un accionista de Inditex mira con lupa los informes de H&M o Nike. Durante años, todo ese seguimiento requería paciencia, hojas de cálculo y tiempo. Hoy,

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