Vaca Muerta se mantuvo en el centro de la escena tras las elecciones legislativas. Aunque las principales figuras del sector energético aseguraron que los desarrollos en la formación no dependen de los resultados políticos, la realidad muestra que cada uno de los comicios despierta atención en las casas matrices de las grandes compañías. No se trata solo de la volatilidad, sino de la estabilidad regulatoria que garantice previsibilidad a las inversiones.

El interés en Vaca Muerta no se explica únicamente por su potencial de producción, sino por el impacto que tiene en toda la economía argentina. Desde YPF hasta las empresas privadas que operan en la cuenca neuquina, existe consenso en que se trata de un proyecto de largo plazo. Sin embargo, los planes más ambiciosos dependen de marco

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