Los ingenieros alertan de que España no está preparada para enfrentar fenómenos meteorológicos extremos como la DANA que devastó la Comunidad Valenciana hace un año. La jornada técnica celebrada hoy en Madrid ha dejado claro que las lecciones de la catástrofe de 2024 no se han traducido en medidas efectivas de prevención .

Los ponentes de la jornada han relatado el esfuerzo realizado en los días y meses posteriores a la DANA en Valencia para afrontar el reto de la reparación y de la reconstrucción, pero han incidido en que esta catástrofe hubiera sido evitable con una adecuada política de prevención e inversión en infraestructuras contando con los expertos pertinentes.

El riesgo sigue existiendo

La Asociación de Ingenieros de Caminos ha reunido a expertos que han analizado con rigor el primer aniversario de la DANA del 29 de octubre en la jornada titulada Un año después de la DANA: ¿estamos preparados?

Ingenieros DANA Jornada

El encuentro ha evidenciado que persisten las mismas carencias estructurales que convirtieron un fenómeno natural previsible en una tragedia humanitaria evitable. La jornada ha recogido un balance técnico y riguroso del primer aniversario de la catástrofe , las lecciones extraídas y qué sigue pendiente con una conclusión preocupante: han pasado 12 meses y el riesgo sigue existiendo .

17.000 millones en pérdidas

Los datos presentados de las consecuencias de la DANA en esta jornada organizada por los ingenieros son demoledores. La catástrofe afectó a más de 90 municipios valencianos, dañó 130.000 viviendas y causó pérdidas superiores a 17.000 millones de euro s. Más de un millón de personas se vieron directamente afectadas por un episodio que puso al descubierto décadas de inversión insuficiente.

María Cruz Díaz, presidenta del Instituto de la Ingeniería de España, subrayó que la ingeniería debe ser entendida como herramienta esencial de prevención ciudadana , no solo como motor económico. José Trigueros , presidente de la Asociación de Caminos, fue más contundente al afirmar que si las infraestructuras previstas hubieran estado ejecutadas, las víctimas habrían sido menores.

Forata: símbolo del riesgo

El caso de la presa de Forata simboliza las deficiencias del sistema, según expresan reiteradamente desde la Asociación de Ingenieros de Caminos. Durante la DANA, soportó caudales que duplicaron los valores de diseño y retuvo 22 hectómetros cúbicos de agua . Sin embargo, carecía de plan de emergencia implantado , sin sirenas ni sistemas de aviso para más de 110.000 personas que vivieron bajo amenaza durante horas críticas.

Los ingenieros destacaron que obras como las de laminación en la rambla del Poyo habrían permitido retener parte de la avenida y ganar tiempo vital para evacuar durante la DANA. El catedrático Teodoro Velázquez calificó el episodio como tragedia evitable , resultado de depender de la suerte más que de la planificación técnica rigurosa.

Infraestructuras colapsadas

Las redes viarias y ferroviarias sufrieron daños sin precedentes . Fernando Ugena, subdirector de Operaciones Este de ADIF, explicó que la infraestructura ferroviaria se vio sometida a tensiones inéditas.

Las inversiones necesarias para recuperar y reforzar las infraestructuras dañadas superan los 12.000 millones de euros, de los cuales 7.000 millones corresponden a red ferroviaria.

María José Martínez, directora general de Infraestructuras Viarias de la Generalitat, señaló que las carreteras resistieron mejor donde existía planificación preventiva modernizada . En otras zonas, el colapso fue total debido a sistemas de drenaje obsoletos y falta de mantenimiento continuado de cauces naturales.

Administración debilitada

En esta jornada organizada por los ingenieros se ha alertado la alarmante reducción de recursos humanos en las confederaciones hidrográfica s. El personal técnico se ha reducido un 11,3% desde 2019, pasando de 4.253 empleados a 3.772 en 2023. Esta sangría de talento ocurre precisamente cuando la crisis climática exige mayor capacidad de respuesta y vigilancia.

El presupuesto destinado al mantenimiento de presas resulta claramente insuficiente para garantizar la seguridad ciudadana. En 2023, el Ministerio para la Transición Ecológica invirtió apenas 16,25 millones de euros en conservación , con solo 18 expedientes activos para gestionar un parque de 154 presas estratégicas. La desproporción evidencia la falta de priorización en materia de prevención de riesgos y seguridad hidráulica.

600.000 personas en riesgo

En la Comunidad Valenciana hay 505 municipios con riesgo de inundación y más de 600.000 habitantes expuestos . Esta cifra dimensiona la urgencia de reforzar tanto la gestión como los medios materiales del sistema hidráulico español. La vulnerabilidad territorial se ha multiplicado por un urbanismo que ha ignorado sistemáticamente los riesgos naturales.

Antonio Serrano, exsecretario de Estado de Ordenación del Territorio y catedrático, advirtió que en los últimos años se ha permitido un urbanismo desaforado en áreas inundables sin criterios de seguridad . Se han ocupado cauces, vegas y suelos que debían preservarse como zonas de flujo y evacuación natural.

Cada nueva vivienda construida en zona de riesgo añade vulnerabilidad al sistema territorial y genera una responsabilidad que tarde o temprano se paga con vidas humanas y pérdidas materiales.

Cultura de la prevención

José Carbonell, secretario técnico del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante, defendió que los biosistemas y las infraestructuras verdes deben integrarse con la ingeniería civil .

Sólo entendiendo la naturaleza como aliada se podrán mitigar los efectos de las lluvias torrenciales activando una resiliencia territorial que exige un enfoque multidisciplinar que supere la visión fragmentada actual.

Los ingenieros y los expertos participantes en esta jornada sobre la DANA coincidieron en que la reconstrucción no debe limitarse a reparar daños . Es imprescindible transformar el modelo de gestión del riesgo y desarrollar una auténtica cultura preventiva. Serrano insistió en que no basta con diseñar obras hidráulicas, hay que mantenerlas y gestionarlas con criterios técnicos, no políticos ni electorales.

Estrategia nacional urgente

La mesa redonda final, moderada por Ramiro Aurín, reunió a profesionales de distintas áreas con experiencia directa en gestión de emergencias. Participaron Jordi Azorín de Veolia, Federico Bonet, Antonio Serrano, José Alfonso Soria de FECOREVA y Francisco Ferrandis de i-DE. Todos subrayaron la importancia de recuperar la cultura del mantenimiento preventivo .

Los expertos reunidos en la jornada reclamaron una estrategia nacional de infraestructuras resilientes ante el cambio climático que incluya limpieza sistemática de cauces, modernización integral de drenajes, actualización permanente de mapas de riesgo y sistemas de alerta temprana realmente efectivos para la población.

La cooperación público-privada y la implicación coordinada de todos los agentes sociales resultan esenciales para construir una infraestructura hídrica sólida, moderna y sostenible.

Invertir en vidas humanas

José Trigueros clausuró la jornada con un mensaje contundente en el que expresó que España tiene la capacidad técnica, pero falta decisión política . Se ha incidido de forma reiterada a lo largo de la sesión de expertos que invertir en prevención no es un gasto prescindible, es invertir directamente en proteger vidas humanas y en la seguridad de millones de ciudadanos que viven en zonas de riesgo.

«De haber existido p lanes de emergencia activos y las infraestructuras ejecutadas , hoy hablaríamos de otra cosa», insistió José Trigueros al finalizar la jornada.