Esta columna de hoy también podría titularse como: “El kirchnerismo leyó mal a Ernesto Laclau ". O, lo que decía Peter Drucker : “Se muere de éxito”, por aquello que dio resultado y se profundiza hasta lograr opuesto, en este caso la polarización. Pero comencemos con nuestro título.

En 1992, durante la campaña en la que Bill Clinton derrotó a George W. Bush padre, un asesor de Clinton, James Carville colocó carteles internos en las oficinas demócratas con los ejes de campaña. 1) Cambio vs. más de lo mismo. 2) No olvidar el sistema de salud. 3) Es la economía, estúpido . Este último apuntaba a que el problema de la gestión republicana se centraba en los dramas cotidianos de las personas en relación con económico. Esta frase pasó de ser un recordatorio interno y quedó instalado

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