Los científicos descubrieron que los hongos comestibles comunes, como los hongos shiitake, pueden cultivarse y entrenarse para que actúen como memristores orgánicos, un tipo de procesador de datos que puede recordar estados eléctricos pasados: podrían convertirse en la base de una nueva generación de ordenadores que aprovechen las ventajas de la bioelectrónica.
Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, han dado un paso clave en el terreno de la informática biológica: lograron fabricar y probar memristores, que son componentes capaces de almacenar y procesar información eléctrica, a partir de hongos comestibles como el shiitake . El nuevo estudio , publicado en la revista PLOS One, muestra que redes fúngicas pueden comportarse como elementos de memoria de baj

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