Imagina que te compras una tele nueva con una espectacular. Quieres presumir ante todos tus amigos, pero, cuando coges tu teléfono para subir una story a Instagram, te das cuenta de que no luce nada. A través de la cámara del teléfono, la televisión 8K de última generación parece una HD cualquiera. Un televisor, por lo tanto, será (como mucho) tan bueno como el “ojo” que lo mire, ya sea la cámara del teléfono o tus limitadas retinas de simio. Por suerte, los humanos tenemos una bastante buena comparados con el resto de los animales. Podemos disfrutar de imágenes mucho más definidas que de aquellas antiguas de tubo. Ahora bien… ¿cuál es nuestro límite?
O, dicho de otra manera. ¿A partir de qué resolución mi ojo será incapaz de notar ? Si te sobra el dinero, puede que la pregunt

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