En las recientes elecciones del 26 de octubre, el Partido Justicialista (PJ) de la provincia de Buenos Aires sufrió una notable pérdida de votos en comparación con las elecciones del 7 de septiembre. En 26 de los municipios más poblados, el peronismo dejó atrás más de 316 mil sufragios, mientras que La Libertad Avanza, liderada por Javier Milei, sumó más de 474 mil votos. Este cambio en el comportamiento electoral ha generado un clima de tensión y reproches dentro del oficialismo.

Las elecciones de septiembre se centraron en cargos municipales y provinciales, mientras que en octubre se votó por una lista de diputados nacionales. Este cambio de enfoque, junto con el uso de la Boleta Única de Papel en lugar de la tradicional boleta partidaria, ha influido en los resultados. En los 26 municipios analizados, el PJ pasó de una victoria contundente a una derrota ajustada, con menos del 1% de diferencia.

Los municipios más afectados incluyen Avellaneda, Esteban Echeverría, Lomas de Zamora y Berazategui, donde el PJ experimentó las mayores pérdidas. A pesar de esto, en algunos lugares como Merlo y San Isidro, el peronismo logró aumentar su caudal de votos. Sin embargo, en la mayoría de los distritos, el partido de Milei se benefició de un aumento significativo en el número de votantes.

El presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, y el gobernador Axel Kicillof han enfrentado críticas por la falta de apoyo de los intendentes en la campaña. La situación recuerda a la primera derrota del kirchnerismo hace 16 años, cuando se acusó a los intendentes de no movilizar a sus electores. En esta ocasión, los reproches han comenzado a circular, con algunos alcaldes defendiendo su gestión y señalando que la estrategia de campaña no fue efectiva.

El intendente de Ensenada, Mario Seco, expresó su frustración: “Está de moda echarle la culpa a los intendentes. Aquellos que se quieran limpiar el traste con los intendentes, les hago acordar dónde estaban mientras nosotros recorríamos nuestras calles”. Otros intendentes, como Gastón Granados de Ezeiza, también han señalado que los resultados son un mensaje para los dirigentes nacionales sobre la importancia del apoyo local.

El PJ, que había obtenido 3.820.119 votos en septiembre, vio caer su apoyo a 3.528.700 en octubre, lo que representa un 40,9% de la preferencia ciudadana. La pérdida de casi 300 mil votos plantea interrogantes sobre el futuro del partido y la dirección que tomará en los próximos meses. La tensión interna y los reproches entre los líderes del PJ y sus intendentes continúan en aumento, mientras el partido busca entender las causas de esta significativa derrota electoral.