Al asumir la Presidencia de la Nación, Javier Milei identificó correctamente la prioridad económica que le exigían sus representados: bajar la inflación. Aún hoy, pese a la fortísima reducción del incremento de los precios, desde 289% anual en abril de 2024 hasta 31,8% ahora, la población continúa mencionando la inflación como una de sus preocupaciones principales.

Definir esa prioridad económica también tuvo sentido desde un ángulo político: si tus representados quieren una cosa y se las das, lo lógico es que te voten. Esa es una de las claves de los muy buenos resultados conseguidos el 26 de octubre.

Si bien se consiguió el objetivo antiinflacionario fijado al comienzo de la gestión, simultáneo a 22 meses seguidos de superávit fiscal y miles de desregulaciones, los sobresaltos financi

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