Esta semana es un refrito perfecto de la España polarizada que no se soporta a sí misma. Todos los demonios han salido a pasear. No descarto que Sánchez, que estará pensando en algún titular para la encerrona del Senado de este jueves, en cualquier momento adelante las elecciones (como ayer hizo Extremadura), porque todos los días no se tiene el viento a favor. Con la resaca palestina, el PP tocado y Puigdemont liberándolo de compromisos, acaso se anime.

En la derecha radical sienta bien que Milei haya ganado las legislativas de Argentina, porque, en el fondo, todo es ultraderecha en el potaje conservador actual. Un Milei subsidiado por Trump con fetidez, el peor Milei de su corta biografía política, acorralado por corrupción, batacazo económico y lazos de su entorno con el narcotráfico.

See Full Page