Aunque pueda parecer desconocido, el emperador Carlos V , una de las figuras más poderosas de la historia, tuvo una debilidad de origen extremeño: el jamón ibérico de Montánchez . Durante su retiro en el monasterio de Yuste , en la comarca de La Vera , el monarca mantuvo una dieta mayormente sencilla, pero con excepciones notables. Según los cronistas de la época, uno de los placeres a los que no renunció fue este producto de la dehesa, ya entonces considerado uno de los mejores.

Carlos V, una de las figuras más poderosas de la historia, tuvo una debilidad de origen extremeño

Un manjar en la corte

Las crónicas históricas confirman que el emperador recibía con regularidad piezas de jamón curadas en Montánchez . Esta villa serrana ya gozaba en el siglo XVI de una gran fama en

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